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Resumen
Desde los albores de la civilización la lengua ha sido considerada como un elemento constitutivo de la identidad nacional; por eso, para estudiarla, fortalecerla y preservarla se han creado academias que reúnen la sabiduría que cada una va dejando a su paso por la historia.
Recordemos, entonces, que el italiano tiene la Academia de la Crusca, fundada en Florencia en el año de 1584, que el francés tiene la Academia Francesa, fundada en 1635, y que ambas, por ser hijas consentidas del latín, fueron la vertiente de la cual nació la Real Academia Española (RAE). Esto fue en 1713, cuando en Madrid, bajo el reinado de Felipe V, el marqués de Villena la fundó e impulsó, con el objetivo primordial de iniciar la defensa del idioma castellano y propiciar su difusión en toda América Latina.
En el Nuevo Mundo, la fundación de la Academia Colombiana de la Lengua fue posible gracias al acuerdo conseguido en España por José María Vergara y Vergara, ante el entonces director de la RAE Mariano Roca de Togores, que el 24 de noviembre de 1870 autorizó la creación de academias correspondientes en los países hispanoamericanos.