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Resumen
Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (tic) manifiestan su incidencia en dos especies principales de modelos de gestión. En primer lugar, en un sentido instrumental conforme al cual sirven como un medio transaccional. En un segundo enfoque, a nivel finalista que permite replantear las nociones tradicionales de la cadena de producción, la acción estatal y la interacción social.
Por lo tanto, existe una nueva dimensión en los servicios que son y deben ser provistos por el sector jurídico. Al interior de la Sociedad de la Información, entendida como una nueva era antropológica caracterizada por una estructura innovadora de organización de datos y acceso a los mismos (datos de voz, audio, video, imagen, texto o sus combinaciones debido a la convergencia), el abogado puede actuar como un consultor experto en la implementación de proyectos tecnológicos amigables basados en la innovación y la creatividad.
El presente documento es una simple contribución para erradicar la brecha digital e ilustrar las bondades que se pueden obtener con la adecuada interpretación de las tic, conllevando a la generación de modelos de desarrollo soportados en una amalgama armónica de los enfoques jurídicos, tecnológicos, económicos, y sociales.