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Resumen
La mosca blanca de los invernaderos, conocida como ‘palomilla’ (Trialeurodes vaporariorum), causó en los años noventa más de cien millones de dólares en pérdidas a los agricultores estadounidenses. Casi tres décadas después, este transmisor del ‘Virus de la papa’ se ha convertido en un dolor de cabeza para los cultivadores de algodón y tomate, pues la mosca causa daños directos a sus cultivos, al alimentarse de la savia y segregar una especie de melaza o miel, que al entrar en contacto con las hojas favorece la llegada del hongo Fumagina, el cual envuelve toda la superficie de esta y le impide llevar a cabo su proceso fotosintético, y por ende, no produce frutos debido a la carencia de nutrientes.